Normas y límites

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE MARCAR LÍMITES Y ESTABLECER NORMAS?

  • Porque aprende qué se puede y qué no se puede hacer: El niño no nace sabiendo qué “está bien y qué está mal”, pero sí con todo el potencial para aprenderlo. Cuando los padres ponen límites a sus hijos, les muestran referencias que los ayudan a tener claros determinados criterios sobre las cosas. “mi padre dice que eso no se puede hacer” dice un  niño. Cuando se educa con normas, estos comentarios indican que el niño establecerá su escala de valores y el respeto por los otros será uno de ellos.
  • Los límites les hacen sentirse seguros y protegidos: Se elimina la incertidumbre de “¿qué tengo que hacer ahora?” y al niño le da la sensación de que si no sabe, sus padres lo ayudarán a resolverlo. Los niños se sienten seguros en la medida que somos firmes y convincentes. Sin incertidumbre no hay ansiedad; con seguridad el niño siente que cumplir la norma es lo mejor para él, por eso es tan importante que el límite sea justo.
  • Poner límites evita la ansiedad y la agresividad: Poner límites es decir al niño “hasta aquí puedes, más allá no”. Un NO con mayúsculas y con seguridad le enseña a frustrarse. Porque aprender a renunciar a sus deseos, lo entrena en tolerar la frustración. Es decir, el niño aprende que mejorar en algo depende de su esfuerzo. Por el contrario el niño que está poco habituado a escuchar noes, tiende a pensar que la culpa es de los demás. Los adultos sabemos que las cosas no salen siempre como queremos y que la mayoría de las veces nos     cuesta mucho esfuerzo conseguir nuestros deseos. Los niños no. Si permitimos que los niños vivan experiencias en las que no salen las cosas como quieren (acostarse a su hora, aburrirse en una fiesta….) los animamos cuando encuentran dificultades (abrochamos los botones más pequeños, reforzamos su esfuerzo…) y estamos pendientes de celebrar todos y cada uno de sus logros, el niño aprenderá a manejar su ansiedad y agresividad.
  • Un niño sin límites se convierte en un adulto: 

         – Que nunca tiene suficiente con lo que consigue

        – Que reaccionará cada vez peor cuando oiga un NO: comenzará con las rabietas y seguirá con las  intimidaciones y los portazos, porque  todo vale para conseguir lo que quiere.

         – Que no sabe esperar. Acostumbrado a que le den todo cuando quiere, tiene que tener lo que quiere ya.

         – Su autoestima dependerá de tener cosas materiales. “tanto tengo, tanto valgo”

  • Porque le facilita la vida al niño y mejora la convivencia: “es que es tan pequeño, no va a saber hacerlo, lo hago yo y acabo antes” son algunas de las razones más extendidas para explicar por qué los niños no asumen responsabilidades en casa.
  • Si los padres entienden la norma como justa , los niños la entenderán igual: Saber que la norma es justa ayuda a los padres a mantener la constancia, porque para cualquiera es mucho más sencillo dar lo que piden y evitar el conflicto.
  • Porque aprende a esperar y esforzarse para conseguir el éxito vital: El éxito que requiere de constancia y frustración para salir victorioso de las distintas situaciones a las que se enfrentará en su vida. “vete a tu cuarto a jugar en el salón estamos los mayores charlando, no me interrumpas espera a que acabe de hablar con este señor…” Estas frases son límites que favorecen la aparición de las habilidades necesarias para:

         – conseguir objetivos cuando vienen precedidos de un esfuerzo.

         – Hacer peticiones desde la asertividad y no desde la agresividad.

         – Respetar a los demás, sus emociones, opiniones y actuaciones, aunque no estén de acuerdo con ellos.

         – Aprender a esperar entre lo que se desea y su consecución.

         – Saber equivocarse y a dar solución.

  • Porque si antes de los 4 años no ha tenido normas, ni hábitos es muy probable que desarrolle un trastorno de conducta o para convertirse en un niño tirano, exigente o agresivo.
  • Porque aprenden disciplina: La misma que hace falta para ir todos los días a trabajar, cuidar a los que quieres, ahorrar para comprar lo que te gusta… Es decir cumplir las normas necesarias para dar coherencia a nuestra forma de pensar y nuestra actuación, sin necesidad de que otros vigilen que lo cumplamos.
  • Porque aprende que puede equivocarse, que es un derecho personal y que le sirve para evaluar qué falló en su actuación para mejorar la próxima vez y superarse.

EN CADA CASA DEBE HABER LÍMITES, LOS NIÑOS TIENEN QUE CONOCERLOS Y SABER LAS CONSECUENCIAS DE NO CUMPLIRLOS O DE SÍ CUMPLIRLOS.

¿CÓMO PODÉIS AYUDAR A VUESTR@ HIJ@

EN LA APROXIMACIÓN A LA LECTO-ESCRITURA?

 

  •    Motivando y despertando su interés:    Es importante que lean y escriban con una finalidad real: contad con ell@s para realizar invitaciones a una fiesta, notas para traer al cole, regalos con mensajes, lista de la compra, recorridos por el pueblo para descubrir los nombres de las calles y tiendas, para descifrar mensajes…
  • A la hora de escribir hay que estar atent@s para que cojan adecuadamente el lápiz.
  •   Hacerles ver que son mayores y que creéis en sus posibilidades: “sé que tú vas a poder”, “qué suerte leyendo vas a poder…”
  •  Hay que valorar sus logros y esfuerzos con realismo: ser positivos con los pequeños avances, pero ser realistas porque no todo lo hacen bien (animarles y ayudarles a hacerlo mejor)
  •  Leyendo disfrutamos: hay que leerles cuentos o libros de manera sistemática y hacer que sea un momento para compartir, especial y placentero. Además sois figuras importantes: si os ven leer, ell@s también van a querer leer.
  • Les ayudamos a leer y tenemos mucha paciencia al principio, reforzando lo bien que lo hacen. Una manera muy motivante es plantearles retos ¿a que no adivinas que pone aquí? Cuando ven que empiezan a leer y que lo hacen bien se motivan mucho y cada vez encuentran más momentos para hacerlo ellos solos.
  •  Con juegos variados: veo-veo, el ahorcado, palabras encadenadas… Es importante trabajar la discriminación auditiva de las letras (cómo suenan). Lo mismo podéis hacer para trabajar las matemáticas: oca, parchís, dominó, baraja de cartas, bingo…