La mañana ha amanecido soleada pero al llegar a las pistas nos hemos llevado una sorpresa: una fuerte ventisca nos ponía más difícil todavía mantenernos de pie. Aún así, hemos seguido poniendo todo nuestro empeño en aprender.
Caballos y zorros han salido a la carretera a nuestro paso, y parecía que nos animaban cuando pasábamos con el autobús.
Se ha notado que ya no somos tan novat@s, y nos hemos atrevido a bajar las cuestas más difíciles. Algun@s hemos conseguido hacer la cuña, y otr@s hemos aterrizado como hemos podido, pero siempre con una sonrisa.
Por la tarde hemos estado en Roncal visitando el centro de interpretación de la Naturaleza, y el museo de Julian Gayarre.
De vuelta al albergue ha empezado a nevar. Esperamos que no nieve tanto como para dificultarnos llegar mañana a las pistas.
Una deliciosa cena, y a la camita. Mañana nos espera otro fantástico día.